viernes, 29 de junio de 2012

REFLEXIONES: ¿PARA QUÉ LEER?



Vargas Llosa en su discurso del Premio Nobel manifiesta: la cosa más importante que me ha pasado en la vida ha sido aprender a leer. Los libros son etapas de la vida. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin la lectura?.

Club de Lectura. Biblioteca Municipal "Quevedo"
Leer para crecer
Hoy, más que nunca, es importante leer. Leer para crecer. La lectura expande nuestros horizontes.  El  niño/a que lee, cultiva la capacidad de empatizar con los personajes de los libros, entiende los sentimientos de los otros, experimenta otra realidad. Existen libros para todas las edades que transmiten diferentes valores y experiencias.
A los padres y madres les recomiendo que digan rimas, canten canciones, cuenten cuentos, lean  juntos.
Leer para aprender
Saber leer y la práctica de la lectura definen las condiciones del acceso a los conocimientos. Leer es el instrumento imprescindible para aprender, es un hábito que se adquiere con los años, además fomenta la imaginación y la creatividad. La lectura es un proceso íntimo, personal y subjetivo, depende de muchos factores: experiencias vividas, nivel intelectual, estados anímicos, gustos personales, madurez, carácter.
Requiere un mínimo esfuerzo cotidiano, pero muy satisfactorio. Si no se tiene, vale la pena comenzar poco a poco, sin ejercer presión sobre uno mismo. El escritor José María Merino, en las XIII Jornadas Literarias “Nuevos Cauces de la Literatura y el Arte”, celebradas en la Alhóndiga, en su disertación sobre el Proceso creativo en la ficción literaria, afirmó “…algunas veces sabemos lo que nos pasa por la literatura, ésta es una escuela del comportamiento”.
Leer para opinar

 Una buena opinión tiene en cuenta distintas perspectivas, se puede llegar a través de la lectura de diversos textos de interés para el lector. Así podremos confirmar nuestras ideas, aceptando que no estamos en posesión de la verdad y poder argumentarlas o rebatirlas. Santa Teresa de Jesús dijo: Lee y conducirás, no leas y serás conducido. Para conseguirlo se requiere leer pensando y se llega a tener opinión a través del análisis y la reflexión.

Leer para vivir
Los libros carecen de límites y de fronteras. Son atemporales porque recogen el pasado y lo depositan en el futuro.
Mucha gente de la tercera edad reconoce que no sabe qué hacer con su tiempo libre. La lectura es una actividad muy recomendable en la etapa madura, debido a que recrea ideas y emociones, además de mejorar la memoria. Lectoras de este tramo de edad afirman: -¿Qué sería de mí si no fuera por la lectura?.


Mi madre, Ángela, disfrutando con la lectura
La escritora Rosa Montero dice sobre la lectura: cuanta esperanza hay en el acto de leer. La esperanza de poder entender a otro ser humano. Es un antídoto para el dolor, un calmante para la desesperación, un excitante contra el aburrimiento. Con la lectura no nos sentiremos solos.

Hagamos caso a nuestro querido paisano don Alonso Quijano El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho (cap. XXV, II Parte).

Mª Ángeles Jiménez García

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