martes, 20 de octubre de 2015

CAMPO DE MONTIEL ABIERTO. EL SUSPIRO DE SANCHO




Acto especial "El suspiro de Sancho" con textos del Quijote [1].



Tras haber dejado Barcelona para reemprender la vuelta a su aldea, don Quijote y Sancho se detienen en un mesón, en el que está alojado don Álvaro de Tarfe, uno de los personajes de El Quijote  de Avellaneda. Hablan con él y le aclaran que ellos son los verdaderos y únicos protagonistas.

Llegase en esto la hora de comer; comieron juntos don Quijote y don Álvaro… Llegó la tarde, partiéronse de aquel lugar ya obra de media legua se apartaban dos caminos diferentes, el uno que guiaba a la aldea de don Quijote, y el otro el que había de llevar don Álvaro. (Parte II, capítulo 72).

probablemente  el camino que don Quijote y Sancho tomaron fue la vereda de Serranos para dirigirse a su lugar y don Álvaro de Tarfe tomó el camino de Granada, ciudad a la que se dirigía.


Aquel día y aquella noche caminaron sin sucederles cosa digna de contarse…,
Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea,...

Siguiendo el camino de la vereda de los Serranos, habiendo pasado Fuenllana se encuentran las denominadas "Cabezas de Fuenllana", continuando por la vereda desde arriba se contempla la totalidad del lugar para descender y llegar a su aldea Curiosamente, según recuerdan los mayores, a este camino se le llamaba de don Quijote.

Ilustración del Quijote de Antonio Bergnes y Cía. Nº 576. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

...La cual vista de Sancho, se hincó de rodillas y dijo:

—Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado. Abre los brazos y recibe también tu hijo don Quijote, que, si viene vencido de los brazos ajenos, viene vencedor de sí mismo, que, según él me ha dicho, es el mayor vencimiento que desearse puede. Dineros llevo, porque si buenos azotes me daban, bien caballero me iba (Cap.72, II).

El suspiro de Sancho. paraje Cabezas de Fuenllana (Villanueva de los Infantes)

La patria para Sancho es ese espacio concreto y humano, que la memoria puede abarcar, un paisaje, unas gentes, unos usos y costumbres que el hombre y mujer conservan con sus recuerdos como un patrimonio personal y  son sus mejores credenciales. Los personajes de la novela viajan por el mundo, se puede decir con su pueblo y aldea a cuestas. Con el paso del tiempo, esta idea de “patria” irá desmaterializándose y acercándose cada vez a la idea de nación hasta confundirse con ella. [2].
Es un sentimiento de amor al terruño y a los suyos.


Campo de Montiel Abierto: Fuenllana. Día 18 de octubre, Atardecer en Las Cabezas de Fuenllana. Acto especial "El suspiro de Sancho" con Recital de Romances por el Grupo Troballeros y textos del Quijote. Por motivos climatológicos se celebró en el Claustro del Convento de Santo Tomás de Villanueva en Fuenllana, un lugar del Campo de Montiel.


El alma de don Quijote es una quinta esencia del alma campomontielense. Sólo al final, en la inminente vencidad de la muerte, reacciona don Quijote esa inercia levitatoria de su alma que ha arrastrado tras ella la parte más granada de su vida, sencillamente, se reafirma como Alonso Quijano el Bueno.[3]

     1] Jiménez García, Mª Ángeles. El Campo de Montiel de don Quijote y Sancho. Aventura literaria y gastronómica. Biblioteca de Autores Manchegos, 2010 (número 169)

     2] Vargas Llosa, Mario. Una novela para el siglo XXI. En Don Quijote de la Mancha .Madrid: Real Academia Española, 2004.

     3] Rodríguez Huéscar, Antonio. Homo montielensis (El hombre de Montiel): La rebelión contra el tiempo. Ed. La Torre, 15-16 (julio-dic. 1956).

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